Cada
QUISQUE celebra, y es muy justo,
lo
que es más de su gusto.
Por
un gallo lo digo,
que
de una huerta picoteando el trigo,
así
á un conejo hablaba
que,
haciendo muecas, una col rumiaba:
-«¿No
admiras este trigo, buen conejo,
gordo
y gentil cual castellano viejo?
¿Quién
ha visto manjar de más decoro?
Como
soy que parecen granos de oro.»
-«Aprensión,
friolera, bobería
el
rumiador conejo respondía.
-Siempre
á mi noble raza más le plugo
de
tierna berza el agridulce jugo.»
Viendo
así despreciado
su
condimento amado,
el
gallo incontinente,
para
buscar un juez más competente,
se
encaramó á las tapias de la huerta,
como
vigía que se pone alerta;
y
preguntó á un cochino
que
acertaba á pasar por el camino:
-«Dime,
si te ofreciesen cuando almuerzas
buen
trigo y buenas berzas,
¿qué
cosa te comieras, caro amigo?»
El
cerdo contestó: -«Berzas
y trigo.»
Seccion
filosofica: Fabula
VI. De gustos no hay nada escrito
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
La moraleja
ResponderEliminarBueno en este caso necesito un cuento más corto
ResponderEliminarEstá muy bien este cuento pero necesitan la moraleja
ResponderEliminar