Más
tenaz cada día
esto
á un enfermo un médico decía:
-«Si
bebe usted más agua,
es
indudable que su muerte fragua.»-
Sediento
el otro en tanto,
le
dió su pasaporte, y otro al canto.
Fuése
el doctor primero,
enterando
del caso al compañero;
pero
el doctor segundo,
más
inepto que aquél, ó más profundo,
dejó
de buena gana
que
se ahitase el pobre hombre como rana.
Pues
señor, murió ahitado;
y
al morirse, contento de su estado,
del
que le daba vida
aún
blasfemó, mientras que á su homicida
colmó
de bendiciones.
¡Lo
que vale halagar á las pasiones!
Seccion
moral: Fabula
XVII. Lisonjas viles
1.095.5 Campoamor (Ramon de) .047
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